CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA ESCULTURA BARROCA
- La estatuaria barroca cumplió un papel muy importante en la decoración arquitectónica tanto interna como externa.
- A diferencia de las equilibradas y axiales esculturas del renacimiento, parecen posarse vivas sobre la base de piedra, prestas a salir de ella en cualquier momento.
- Los rostros sufren, se esfuerzan, apretando los labios o abriéndolos para gemir, los músculos se encuentran en tensión y las venas parecen latir bajo la piel, incluso cabellos y barbas, despeinados, plasman un estado de ánimo.
- El movimiento se convierte en una auténtica obsesión de los escultores barrocos, captando siempre en plena acción, hacia afuera, mediante composiciones abiertas en las que ropajes y miembros se proyectan violentamente hacia el exterior, en las que desaparece la simetría, en las que predominan las líneas sesgadas y los escorzos, en las que se multiplican los pliegues, los contrastes lumínicos, los puntos de vista, etc.
- Por doquier aparecen ángeles y arcángeles, santos y vírgenes, dioses paganos y héroes míticos, agitándose en las aguas de las fuentes o asomándose de sus nichos en las fachadas, cuando no sostienen una viga o están en los altares.
- Los materiales que mejor expresaban estos sentimientos eran el mármol blanco y el bronce.
3. ESCULTURA BARROCA EN ITALIA: GIAN LORENZO BERNINI
- Bernini fue al Barroco lo que Miguel Ángel al Renacimiento, tanto su arquitectura como su escultura son las obras más acabadas del arte romano del “seiscientos”; las esculturas más representativas de este estilo y las que inauguraron el ciclo fueron las de Bernini, arquitecto y escultor casi exclusivo del Vaticano, del papa Urbano VIII, siendo su influencia enorme a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
- Sus obras escultóricas se caracterizan por un profundo naturalismo, por la búsqueda de calidades texturales, casi pictóricas, tanto en pieles como en vestidos u otros elementos, por emplear escenografías barrocas en sus composiciones, donde es protagonista el movimiento, los gestos son siempre exaltados y las actitudes teatrales. Ejemplos:
+ El rapto de Proserpina: grupo escultórico que representa a Proserpina siendo raptada por Plutón; la composición, figura serpentinata, es reminiscencia del Manierismo y permite una observación simultánea del rapto y de la petición de Proserpina a su madre de regresar durante seis meses a la Tierra; destacables son los detalles, Proserpina empuja la cabeza del dios estirando su piel y los dedos de éste aprietan cruelmente la carne de la diosa.
+ Apolo y Dafne: Se representa el momento en el que la ninfa se metamorfosea en laurel, produciéndose una dicotomía entre el movimiento y la quietud, por un lado, y lo pulido y lo rugoso, por otro.
+ David: Representado en plena acción, con el cuerpo retorcido y el rostro extremadamente expresivo; continúa la evolución del tratamiento de este tema, desde Donatello y Miguel Ángel hasta éste de Bernini.
+ Baldaquino de San Pedro del Vaticano: Manifiesto en bronce de la estética barroca sobre la tumba del apóstol, de 29 metros de altura, recargado con abundantes elementos decorativos, tratamiento distinto y rupturista de los órdenes clásicos, cuatro columnas salomónicas con capitel de orden compuesto sostienen un entablamento ondulado, coronado por un dosel, decorado con figuras de ángeles y niños, sobre el que se alzan cuatro volutas que convergen en el globo terráqueo que sostiene una cruz.
+ Cátedra de San Pedro: Termina su decoración interior con esta espectacular Cátedra, situada en el fondo del ábside y sostenida por estatuas de los Padres de la Iglesia Católica, como símbolo de la sabiduría y de la autoridad papal; la paloma simboliza la iluminación divina.
+ Éxtasis de Santa Teresa: Muy efectista y teatral, el pesado cuerpo de la santa aparece sobre las nubes, algo insólito en escultura, destacando además los pliegues y ligereza de la túnica; Bernini nos ofrece de nuevo una imagen momentánea: el momento en que el ángel levanta el dardo para volverlo a clavar e insuflar de amor por Dios a Teresa, ; esta escena escultórica se integra en un gran marco arquitectónico también compuesto por Bernini.
+ Muerte de la Beata Ludovica Albertoni: Este tipo escultórico es repetido en la representación de esta otra composición, en la que vuelve a plasmar el éxtasis místico.
+ Mausoleo de Urbano VIII en San Pedro de Roma: En las esculturas funerarias, Bernini, crea un tipo escultórico que pretende la exaltación del difunto, al que coloca sobre un podium rodeado de figuras alegóricas de méritos y virtudes.
+ Busto de Constanza Buonarelli: Como retratista su labor es muy abundante, suele elegir momentos dinámicos y arrogantes en los que expresa la posición social o el carácter de los modelos. Éste destaca por la mirada penetrante y llena de vida de la retratada.
+ Fuente de los Cuatro Ríos de la Plaza Navona de Roma: Entre sus obras urbanísticas sobresalen las fuentes, en ésta la fuente central consta de un obelisco egipcio y en cada costado la representación de los ríos más caudalosos, obra de sus discípulos.
- En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema político mediante la organización de las Academias, que controlaban el desarrollo literario y artístico. El proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista, lo que fomentó un arte clasicista en el que domina la monumentalidad y la grandeza.
- La escultura francesa del siglo XVII, al igual que la arquitectura, tuvo por encima de todo carácter oficial y cortesano, en que prevaleció la exaltación del soberano y de los grandes artífices de la monarquía francesa. La obra religiosa pasó a un segundo plano y fue sustituida por retratos, estatuas o monumentos funerarios que perpetuaban la labor del soberano y las principales personalidades de la Francia del Barroco. Además, la floreciente arquitectura palaciega demandó de la escultura numerosos encargos para la decoración interior y de los inmensos parques y jardines que rodeaban los principales edificios.
- La ortodoxia clasicista promovida desde la Academia tuvo en la obra de François Girardon a su más directo exponente; sin embargo, a finales de siglo el gusto declinó hacia el espíritu más barroco de Antoine Coysevox y, sobre todo, de Pierre Puget, que pese a ser denostado por el Clasicismo dominante en Francia será el más barroco de los escultores franceses de todos los tiempos; otros, considerados de segunda fila, ayudaron a engalanar la arquitectura palaciega.
- Sobresalen las siguientes obras:
+ Apolo atendido por las ninfas, de François Girardon: los grandiosos jardines de Versalles sirvieron de escenario perfecto para el programa alegórico de la fábula de Apolo; la secuencia que se iniciaba con el nacimiento del dios en el estanque de Latona culminaba en la Gruta de Tetis con el auxilio de las ninfas; Girardon esculpió una de las obras cumbres de la escultura francesa, sofisticada composición en forma abierta y bajo un concepto paisajístico próximo al helenismo, lo que resulta evidente en el ademán del Apolo sedente, que denuncia su relación evidente con la escultura clásica.
+ Retrato de Luis XIV, de Antoine Coysevox: su obra más original y naturalista son los bustos y retratos, como este de Luis XIV, de honda captación realista, pudiéndose comparar con los antiguos retratos romanos; aparte destaca la libertad de movimientos y la aparente improvisación de la composición.
+ Milón de Crotona, de Pierre Puget: a menudo esta obra ha sido comparada con el David de Bernini; sus anatomía se halla también en tensión incontenible, organizándose las figuras en una unión casi perfecta, sobre todo la mano de Milón y el árbol en que se apoya.